A mi abuelo Antonio
Sentado en el sillón de piel
Te miraba en tu obra,
Construir relojes
Tu refugio frente al tiempo.
En mis ojos de niño
Podías parar las horas
De un tiempo todavía por venir.
Pequeñas piezas sin sentido,
Eran,
entre tus manos
Objetos vivos,
Como si su secreto fuera
Girar al infinito.
Se ofrecían al tiempo
Y en él se convertían.
Tus relojes todavía,
Están colgados en la pared
Y les doy cuerda,
Como si yo fuera tú.
Reminiscencias de mi infancia
Y un sonido insistente,
Y tú eras dueño de mi tiempo.
© 2001-2008 Piero Ruju.
Esta poesía se encuentra en el recompilatorio " Dulce es Sólo el Olvido " .
5 commenti:
Un poema muy bonito.
José.
Un poema que mira a la sencillez de la existencia, que a veces sólo los ojos de los niños pueden ver.
Maria del Mar Dominguez Boadella.
Me ha gustado mucho.
Juan Pablo Rogriguez
Ojalá hubiese podido tener un abuelo relojero. Aunque sea me hubiese gustado conocer a mi abuelo, aunque nada hiciera... y solo me llenara la cabeza de palabras... para luego protestar por el viejo pesado.
Fue muy lindo pensar por un solo instante que ese abuelo pudiese haber sido el mio.
Gracias por regalarme este momento.
Hola Guillermo.
Muchísimas gracias por tu bonito comentario! Es increíble como sean los pequeños momentos los que más notamos, instantes rápidos, pero tan grandes y tan duraderos. Mi abuelo materno se murió que yo era bastante pequeño, pero de el recuerdo muchas cosas. Seguro que tu también Guillermo, a pesar de no haber conocido a tu abuelo (yo nunca conocía mi abuelo y abuela por parte de mi padre), te han contado muchas cosas de él. Creo que todo esto nos deba enseñar algo. A veces no valoramos demasiado los instantes con las personas que están alrededor nuestro, los momentos que podemos disfrutar de ellos, pero si extrañamos su presencia cuando ya no están. Entonces pensamos… “hay si aquél día hubiese disfrutado más de la ocasión que tuve con mi mamá o papá o abuelo o con amigos, ahora no estaría triste por no haberlo hecho…” debemos aprender que la vida es hecha por el “ahora” y disfrutar de cada momento. Nos da miedo el futuro y estamos demasiado enganchados al pasado, cuando en realidad lo único que existe es el momento presente. El pasado ya no está y el futuro todavía no ha llegado.
Guillermo, gracias de corazón..., y a disfrutar de cada instante...da hora en adelante. para siempre.
Piero
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